¿Las celebridades están arruinando el podcasting?
La semana pasada, mientras leía Vía Podcast -el newsletter que realizan Aracely y Melvin Rivera Velazquez- no pude evitar ponerme a pensar una respuesta a su pregunta, que era algo como: ¿Están las celebridades arruinando el podcasting?
Sin dar demasiadas vueltas, cosa que disfruto MUCHO realizar, voy a decirte que -para mí- NO.
La primera pregunta que me (o TE) hago es: ¿Por qué lo harían?
¿Se van a quedar con toda la audiencia?
Aquellas personas que tienen audiencias desarrolladas en otras redes sociales -o que son celebridades- tienen un alcance lejano al que los pequeños productores de contenidos podemos tener. Por lo cual, difícilmente se queden con tu audiencia. La pregunta acá es ¿Cómo podés hacer vos para quedarte con la suya? Ahí la estrategia dependerá de las capacidades de producción y de marketing que tengas disponible: ¿Cuál es su audiencia? ¿En qué se interesa? ¿Podés desarrollar episodios cuyos ejes temáticos estén relacionados?
Generalmente las personas interesadas en temas particulares pueden escuchar diferentes podcasts que los aborden, por lo cual, tal vez sea una oportunidad en lugar que una desventaja.
Además, estas celebridades, potencialmente, podrían evangelizar a nuevos oyentes de podcasts. ¡Dales tiempo!
¿Se van a quedar con los tratos comerciales y publicitarios de los pequeños productores?
Eso hoy me parece una ilusión de aquellos que no generan ganancias directas en sus podcasts. Suena a algo contrafáctico. Sin embargo, no puedo negar que la concentración de las inversiones publicitarias se seguirá centrando en unos pocos -cosa ya está sucediendo- y no está ligado a las estrellas sino también a grandes productoras, productoras que se desprenden de grandes medios tradicionales o que pertenecen a plataformas.
Recordemos que, algunas veces, las celebridades llegan al mundo del podcasting como una nueva posibilidad de negocio directo (se les paga un cachet). Ej: Michelle Obama, Lele Ponce o Bruce Springsteen.
¿Van a trazar una idea errónea de lo que es un podcast?
Cuando escucho esto, me pregunto ¿Qué es lo que la gente considera un buen podcast? Me hicieron una pregunta parecida cuando cursaba producción audiovisual 2 en la universidad, seguida por ¿Qué es la televisión de calidad? ¿Es un producto considerado cultural? ¿Es meramente entretenimiento?
💬A veces pienso que olvidamos lo que puede significar un podcast de valor para una persona:
🔸Para algunos: una fuente de entretenimiento.
🔸Para otros: una de educación
🔸Para otros: una charla que los haga reflexionar
🔸Para otros: la oportunidad de conocer desde un enfoque diferente a una persona o, simplemente, una voz (o voces) que nos hagan compañía.
💬Creer que un podcast solo se remite a la buena ejecución de un formato es un sesgo del que tenemos que escapar para seguir elaborando podcasts que algunas personas puedan percibir como valiosos.
👉 Para mí es encontrar historias valiosas, conversaciones atrapantes, a veces arte sonoro, a veces info súper desarrollada. ¿Podemos tener un solo estándar de calidad? ¿No es mejor pensar a los contenidos como los demás que consumimos? Con elecciones que varían según la predisposición que tenemos para absorber información
🎙Me parece que tenemos que acostumbrarnos a la idea de que, cada vez más, el ecosistema tendrá nuevas corrientes (o en términos informales: nuevas ligas). Imagino algo así:
💬Entiendo que esto era inevitable. Habla del crecimiento o de la potencia que se encuentra en el podcast. Tenemos que saber que, al igual que en el resto de los medios, todos vamos a contar con herramientas de producción y distribución dispares porque el podcast es democrático, pero el poder y las capacidades de grandes jugadores no lo son.
¿Ya pensaste cuántas personas van a tener en mente la palabra podcasts debido al alcance que otorgan las celebridades?
Para cerrar: Puede que los podcasts conducidos por celebridades nos dejen a los productores con ganas de un poquito más. Pareciera que buscamos la mejor técnica, los mayores y más profundos recursos aplicados, arte sonoro, grandes historias, pero no podemos pecar suponiendo que esos son los contenidos que la gente siempre predispuesta a escuchar. Contemplemos todos los momentos de consumo y comprendamos que, a veces una charla íntima o un buen monólogo, son suficientes. Es el tono, es la voz, es la persona frente al micrófono también un valor.
